jueves, 30 de abril de 2009

Mañana, las entradas

Las venderán en la sede de Instituto, desde las 9.

La Voz del Interior.

Aunque será feriado por el Día del Trabajador, mañana, de 9 a 21, arrancará la venta de entradas para el clásico del próximo lunes a las 21, en el Monumental de Alta Córdoba, entre Instituto y Talleres.

El expendio de los boletos se realizará en la sede del club albirrojo y continuará el sábado y el domingo, de 9 a 21. El lunes, si hay excedente, el expendio seguirá en la plaza Rivadavia en un camión recaudador. La popular tendrá un valor de 24 pesos (jubilados y damas, 12; menores, 6); la preferencial de calle Sucre, 50 (jubilados y damas, 38; menores, 32); la platea lateral, 60 (jubilados y damas, 48; menores, 42); la platea baja, 70 (jubilados y damas, 58; menores 52); y la platea alta “Roja y blanca”, 100 (jubilados y damas, 88; menores, 82).

Los mismos días estará abierta la oficina de captación de socios.

Copa por Franco. En el clásico entre albirrojos y albiazules se pondrá en juego la “Copa Juventud Franco Giustetti”, que será presentada esta tarde, a las 18, en la Secretaria de la Juventud, ubicada en Hipólito Yrigoyen 49. Por la Gloria estará presente el defensor Pablo Frontini y el volante Matías Quiroga concurrirá en representación de Talleres.

El trofeo en disputa será un homenaje a Franco Giustetti, el joven jugador de las inferiores de Instituto que falleció recientemente en un accidente automovilístico. Además, se premiará a los jugadores con mejor comportamiento en la cancha.

El objetivo de la iniciativa es fortalecer los vínculos deportivos entre Argentina e Italia, dos naciones tradicionalmente unidas por el fútbol.

Será difícil ver buen fútbol, porque los dos pondrán demasiado en juego

Javier López
Ex volante central de Instituto y Talleres
La Voz del Interior.

Sorprende para uno que jugó cinco años en Córdoba ver la situación en la que está Talleres. Me gustaría que estuviera en una circunstancia similar a la de Instituto, que tiene la fortuna de estar “ahí” y de jugar una posibilidad de ascenso. Pero precisamente las circunstancias que tienen uno y otro, son los ingredientes que hacen al clásico del próximo lunes tan atractivo.

Siempre se esperará, tratándose de dos equipos que tienen jugadores para elaborar buen fútbol, que salga un partido lindo para los ojos. Pero no será fácil, porque hay demasiado en juego y un solo error en un encuentro de este tipo puede causar una derrota.

Los clásicos suelen ser puntos de inflexión para dar un salto definitivo. En el caso de la Gloria, para prenderse en la lucha por el ascenso directo o la promoción para Primera División. Y en el de Talleres, para evitar el abismo del descenso directo. Creo que los dos equipos están en condiciones de darlo.

Lo he visto más a Instituto que a Talleres. Me parece que la Gloria es muy agresiva de mitad de cancha para arriba e intenta jugar. Eso puede hacer que el partido se abra y generar espacios en la defensa de Talleres, que en el clásico frente a Belgrano lució bastante segura.

Me parece que Instituto puede llegar a sentir la ausencia de Ezequiel Lázaro, que es el nexo entre la mitad de cancha dinámica que tiene y dos delanteros muy peligrosos, como Romero y Morales Neumann. En este tipo de instancias reemplazar a un jugador así no es fácil, pero será una buena oportunidad para que Nicolás Croce demuestre su perfil de buen jugador.

Y Talleres puede sentir la ausencia del “Colorado” Federico Lussenhoff, porque jugadores con su experiencia y oficio son muy necesarios en estos cotejos.

Jugué muchos clásicos pero lo que se vive en los cordobeses es muy difícil de igualar. Acá en Santa Fe, donde yo vivo, les cuesta entender que un Talleres-Belgrano o un Instituto-Talleres despierten la misma o más pasión que un Colón-Unión.

Cada uno afina con cambios obligados

Tanto Instituto como Talleres presentarán novedades en sus titulares cuando se enfrenten el próximo lunes a las 21, en el Monumental de Alta Córdoba, en el partido que cerrará la 31ª fecha de la Primera B Nacional.

Croce relevaría a Ezequiel Lázaro, quien fue expulsado ante Aldosivi y anoche fue suspendido por una fecha. No sería la única variante. El entrenador albirrojo Jorge Ghiso anunció que probará a Diego Cardozo en el medio campo, aunque no especificó en qué lugar.

En Talleres, el entrenador Raúl Peralta moverá a Emanuel Céliz hacia la zaga para ocupar el lugar de Federico Lussenhoff, quien llegó al límite de amonestaciones y estará disponible para el partido ante Los Andes.

El lugar de Céliz será ocupado por Jonathan Battauz, quien ya fue alternativa frente a All Boys cuando el propio “Ema” estuvo lesionado.

La otra alternativa podría ser Juan José Serrizuela, pero no estaría disponible por un problema familiar que lo marginó del entrenamiento de ayer.

Gastón Stang y Emanuel Fernandes Francou tampoco estarán ante Instituto. El ex Tigre aún no se recupera de un desgarro en la pierna derecha, lo que le ha impedido estar disponible en los últimos tres partidos. “FF” está desgarrado y le restan dos semanas más.

Ensayos. Recién mañana serán los ensayos futbolísticos. Tanto Instituto como Talleres practicarán en sus respectivos estadios.

La Voz del Interior.

“Sé lo que nos estamos jugando”

Hugo García
La Voz del Interior.

Raúl Peralta, el DT de Talleres, tuvo que cerrar rápidamente la página del clásico con Belgrano para abrir la del partido con Instituto, que ya está a la vuelta de la esquina. Ayer, en el predio albiazul, condujo el inicio de los preparativos para el partido del próximo lunes.

“Así es. Pasó un clásico y se viene otro. Mi análisis del partido con Belgrano duró hasta el entrenamiento de hoy (por ayer). Seguro quedan cosas para corregir y mejorar”, dijo el ex jugador del club albiazul, después de saludar a un grupo de pibes de inferiores que esperó pacientemente para saludar al entrenador y para pedirle su autógrafo.

–¿Qué cosas del clásico del martes le siguen dando vuelta en la mente?

–Que podríamos haber ganado. El punto les sirvió a los dos y nosotros intentamos jugar más. Destacamos que mantuvimos el cero. ¿Porqué saqué a Cabrera? Aprovechó las posibilidades que tuvo. Necesitábamos de la dinámica de Buffarini. Pero conformes con Cabrera. Está demostrando la jerarquía que tiene.

–Si Talleres empata y Los Andes gana, tendrán el peor promedio...

–La necesidad indica que hay que conseguir los tres puntos. Pero también sirve sumar. Si hubiéramos ganado los últimos dos partidos estaríamos hablando de otra cosa. Trataremos de equivocarnos lo menos posible para intentar ganar.

–Instituto saldrá a atacarlo. Será distinto a Belgrano.

–Puede ser. Es un rival de características diferentes.

–¿Habrá menos miedo a perder?

–Vamos a ver cómo se presenta. En principio, uno tiene un partido planificado. Después cuando rueda la pelota, cambian las cosas.

Experiencias fuertes
–Jugar clásicos deben ser sensaciones únicas. ¿Cómo las vive el entrenador de Talleres?

–Bien. Dentro de las posibilidades, los sigo disfrutando. Amo la profesión. No soy un loco ni un inconsciente, sé lo que nos estamos jugando. Tengo la satisfacción y el orgullo de estar al frente del plantel en el cual uno confía plenamente.

–Ahora es DT y los hinchas piden su autógrafo. ¿Cómo lo maneja?

–Con tranquilidad. Hoy estamos acá y hay que dedicarse. Me debo al club y a los jugadores que nos apoyaron.

Albiazules

Esquivel faltó y hoy podría irse. Como no es tenido en cuenta, el paraguayo continúa con la idea de desvincularse en forma anticipada. Esquivel explicó que faltó a la práctica de ayer porque estuvo reunido con miembros de Ateliers y que hoy podría sellarse su desvinculación. “Mañana (por hoy) tendré una reunión decisiva. Jamás me pasó esto en mi carrera”, dijo el ex jugador de San Lorenzo de Almagro, titular en la era Grondona, luego “borrado” por Peralta. Por un supuesto enfrentamiento personal con otro compañero, el plantel le hizo un vacío.

“Los dos tienen la necesidad de ganar”

Javier Flores
La Voz del Interior.

Quizá porque restan varios días para el clásico del próximo lunes frente a Talleres, el DT de Instituto, Jorge Ghiso, no trasluce ansiedad ni preocupación.

Pero la procesión le va por dentro, ya que se avecina el tramo final del Torneo de la B Nacional y comienza a sentir la inquietud lógica que generan los tiempos de definiciones. Inclusive, pareciera estar más inquieto por lo que vendrá después de ese partido.

De otro modo, hubiera tenido algún prurito y hubiera esquivado el bochazo, cuando ayer La Voz del Interior le preguntó si la incentivación ya había empezado a jugar su propio partido y contestó: “No sé si hoy, pero en las próximas fechas empezará a correr, seguro. A los equipos que no tienen nada que perder, les van a dar un regalito”.

“Vitrola” agregó: “La incentivación siempre existió y yo nunca la vi mal, aunque me quieran hacer un juicio por lo que estoy diciendo”.

¿Ghiso abre el paraguas por si la llovizna se convierte en cortina de agua? “Yo digo que si un equipo es capaz de jugar bien, como el nuestro, el tema no debe preocupar, porque va a estar en condiciones de ganar, más allá de toda suspicacia.Pero tampoco uno puede ser hipócrita y negarlo”, explicó el DT albirrojo.

Respecto del clásico que se viene, Ghiso comentó cómo lo vislumbra: “Me imagino un clásico de ida y vuelta, porque son dos equipos que necesitan ganar. Por eso no creo que Talleres haga un partido similar al clásico con Belgrano, en el que se preocupó más por no dejar ventajas atrás que por generar juego y atacar”.

Cuando se lo consultó sobre si la ausencia de Federico Lussenhoff podría favorecer a su equipo, “Vitrola” comentó: “Yo digo que contra nosotros, Atlético de Tucumán no tenía a dos jugadores importantes como Longo y García, y los dos que lo reemplazaron lo hicieron bárbaro. Y nos ganaron muy bien. Si no juega ‘el Colorado’, (Raúl) Peralta tiene para ponerlo a (Emanuel) Céliz de central y a (Jonathan Battauz en el lateral. O Stang si llega). Eso pasa por un funcionamiento de equipo”.

Y cuando se le repreguntó si Talleres tiene un buen funcionamiento colectivo, el DT indicó: “No soy quien para decirlo, pero respeto a Talleres. Lo que sí puedo afirmar es que con (Cristian) Zermatten y (Lucas) Wilchez bien, Talleres tiene buen juego. Y nosotros vamos a tener que cortárselo. Y si nosotros tenemos bien a (Diego) Cardozo, (Alejandro) Faurlin y (Nicolás) Croce, van a ser ellos los que van tener que preocuparse. El que utilice mejor la pelota, es el que va a ganar”.

Finalmente, cuando se lo consultó sobre si contemplaba la posibilidad de que Instituto no gane el clásico, Ghiso sonrió : “Si no lo podemos ganar, no lo tenemos que perder. Ahora que podemos luchar un ascenso, no quiero perder un solo partido más. Ni este clásico ni ningún otro. Ya van a ver lo que nos va a costar ganar en San Juan o Bahía Blanca”.

Albirrojas

Lázaro la sacó barata. Ezequiel Lázaro fue castigado con sólo una fecha de suspensión por su expulsión frente a Aldosivi, el pasado jueves. Al volante izquierdo le mostraron tarjeta roja directa por arrojarle un pelotazo a un rival.

Prórroga. La directiva albirroja logró una prórroga de 10 días para llegar a un acuerdo con el representante de Jerónimo Morales Neumann y hacer uso de la opción por la mitad de la ficha del atacante (600 mil dólares), que vence hoy. La dirigencia trabaja para acordar una rebaja sustancial en el monto original o bien conseguir un cómodo plan de pago en cuotas.

Como si fueran finales


La "B" no se puede relajar: de los ocho rivales que le resta enfrentar, seis juegan por algo.

Pablo Giletta
La Voz del Interior.

Para Belgrano, las “finales” no empiezan ahora. Desde que Omar Labruna asumió la dirección técnica, cada partido se planifica como tal. El entrenador no quiere que el próximo compromiso, el domingo ante Olimpo, sea la excepción. Por eso, viene haciendo especial hincapié en evitar que el equipo afronte esta semana corta de trabajo con la relajación que puede darse, naturalmente, después de la tensión acumulada en el clásico.

Al fin de cuentas, pese a que el equipo bahiense está inmerso en una profunda crisis futbolística, estará muy comprometido con el descenso la próxima temporada si no mejora su actual campaña. Los otros siete adversarios que tendrá Belgrano tampoco le permiten especular (ver Lo que le falta): tendrá un rival directo por el ascenso (Atlético de Rafaela), tres que luchan por eludir el descenso directo (Platense, Almagro y All Boys), uno que pelea por no revalidar (Tiro Federal) y sólo dos sin mayores expectativas (San Martín de San Juan y Defensa y Justicia).

¿Cuánto tendría que sumar Belgrano para tener una chance de ascenso? Una cosa es segura: los 56 puntos que la temporada pasada le alcanzaron a la “B” para jugar una de las promociones, esta vez no serán suficientes para llegar a ese objetivo de mínima. El Pirata ya tiene 51 (con 24 por disputar). En general, la cosecha de los equipos de vanguardia asoma como muy superior en el presente certamen: San Martín de Tucumán fue campeón el año pasado con 66 puntos, sólo ocho más que los que hoy suma el puntero Chacarita, a falta de ocho fechas.

Rutina. El plantel celeste volvió a las prácticas ayer en el predio de Villa Esquiú. Los futbolistas que jugaron ante Talleres sólo cumplieron con trabajos físicos regenerativos, mientras que el resto hizo fútbol. Después, el grupo completo compartió unas pizzas, la especialidad del DT. Hoy y mañana, la “B” trabajará sólo en horario matutino. Está previsto que el entrenador comience ensayar con vistas al partido ante Olimpo. El único cambio sería el regreso de Guillermo Farré, quien ya cumplió con la suspensión, en lugar de Fernando González. Un grupo de jugadores se concentrará mañana desde el mediodía y el resto lo hará por la noche.

Olimpo. Tras una serie de lesiones que le impidieron tener continuidad, el atacante Mauro Olivi sería titular el domingo. Olivi ya jugó algunos minutos en la derrota 3-2 ante All Boys. También volverán al equipo bahiense Marcelo Barreña y Cristian Villanueva, tras cumplir una fecha de suspensión, en lugar de Franco Antognoli y Roberto Salvatierra. En cambio, el sanfrancisqueño Gabriel Oyola no sería tenido en cuenta. La racha negativa de Olimpo ya acumula 13 partidos sin triunfos. Desde la reanudación del campeonato, sólo sumó un punto como visitante, condición en la que recibió 16 goles en cinco partidos.

Celestes

Adelanto. El partido del domingo ante Olimpo comenzará a las 16, pese a que, inicialmente, había sido programado para las 18. El adelanto se dio por razones de seguridad. No habrá partido preliminar para preservar el campo de juego del Gigante, que fue resembrado.

Entradas. Se venderán el sábado, de 10 a 18, en el estadio de Alberdi, y el domingo, desde las 10 hasta la hora del partido, en la Plaza Colón. Los valores son: general, 24 pesos (6 para los menores, 12 para jubilados y damas); lateral, 40 (22 y 28); preferencial, 50 (32 y 38), platea dorada, 65 (47 y 53); y platea celeste, 120 (102 y 108).

Ni se cruzaron. Los gerenciadores de Belgrano y Talleres, Armando Pérez y Carlos Ahumada, no se vieron las caras el martes, con ocasión del clásico. No obstante, Córdoba Celeste agradeció la buena atención dispensada por Ateliers.

Dos bajas de peso



Ezequiel Lázaro en Instituto y Federico Lussenhoff en Talleres son figuras irremplazables de cara al clásico del lunes. La “Gloria” pierde en juego y la “T” en fortaleza y experiencia.

Marcos Villalobo - Federico Jelic
La Mañana de Córdoba.

Hay jugadores que son de vital trascendencia dentro de las estructuras de los equipos, y por ende su ausencia puede provocar fisuras importantes en la misma. De cara al clásico que se disputará el lunes en Alta Córdoba, entre Instituto y Talleres, los entrenadores sufrirán las bajas de dos baluartes: Ezequiel Lázaro en los albirrojos y Federico Lu-ssenhoff en el bando albiazul.

El entrenador de Instituto, Jorge Ghiso, supo declarar que Lázaro es como un técnico dentro de la cancha, debido a su “inteligente” forma de ver el juego y ubicarse dentro del campo, a pesar de que sólo tiene 24 años. El mediocampista izquierdo, que desde hace unas fechas estaba jugando de enlace, fue expulsado ante Aldosivi. Justamente, ante el “Tiburón” Lázaro no tuvo un buen desempeño; no obstante, hay partidos como ante Unión o Independiente Rivadavia de Mendoza, donde el jugador fue factor fundamental para ganar esos cotejos. De cara al duelo ante la “T”, Ghiso optará como reemplazante a Nicolás Croce, quien perdió la titularidad por las bajas actuaciones.

Mientras tanto, Talleres sufre la baja más sensible que puede tener de cara al clásico: el capitán Lussenhoff, quien ante Belgrano llegó al límite de acumulación de tarjetas amarillas. El elenco albiazul no sólo pierde al pilar más importante de su estructura, sino que también con su ausencia disminuye la fuerza anímica y espiritual que tiene el equipo, ya que él es su estandarte principal. Y pese a no ser nacido en el club, es el máximo referente del plantel. En la actual temporada, el “Colorado” estuvo ausente en un solo partido, y a Talleres no le fue nada bien: cayó 3-0 contra Atlético Tucumán.

Además, por sus condiciones físicas y anímicas, no tiene un reemplazante natural en la estructura, y su baja llega en el peor momento, ya que no hay relevos de su jerarquía. Es más, ni siquiera hay disponible en su función, ya que Gastón Stang está en plena recuperación de un desgarro de la pierna derecha, y es muy difícil que llegue para el “derby”. En consecuencia, el técnico albiazul, Raúl Peralta, deberá correr un lateral a la zaga central. De ser Emanuel Céliz, Jonathan Battauz irá al costado derecho; y si se decide por Guillermo Báez, restará encontrar un “3”, que podría ser el juvenil Juan Aballay (es central pero puede adaptarse), ya que Sebastián Taborda sigue lesionado de una contractura. Sino, Matías Quiroga puede retrasarse a esa posición, aunque Peralta no lo considera viable. Por tal motivo, por todo lo que trasmite y el gran sacrificio que deja en los 90 minutos, Lussenhoff es irremplazable para los albiazules.

“Si no me tiro, no paraban más”


Olave aclaró los motivos que lo llevaron a tirarse al piso cuando le pegaron con un hielo. “Me lanzaron todo el primer tiempo. Cuando me levanté no tiraron más. Yo no genero violencia”, comentó el arquero de Belgrano. Sobre el cruce con Lussenhoff señaló: “Ningún perejil nos va a llevar por delante”.

La Mañana de Cóordoba.

A falta de fútbol, Juan Carlos Olave fue el protagonista central del pobre clásico en barrio Jardín entre Talleres y Belgrano. El arquero celeste habló de su duelo personal con el defensor albiazul Federico Lussenhoff y de la agresión con hielo desde la popular local en un dialogó largo y distendido en el programa Bajo la lupa de LV2. “Tuve que sacar el pecho por un compañero, lo que pasa en la cancha, queda ahí, por eso me sorprende que Lussenhoff, con su experiencia, haya dicho todo eso. Nadie nos gana de guapo, y no me quise comprar a la gente, si el público de Belgrano no estaba en la cancha”, señaló Olave.

-¿Por qué tu reacción?
-No soy de arrepentirme de lo que hago. El se ve que sí, porque el clásico pasado sacó a (Mario) Pacheco tres meses, y lo llamó para disculparse. Ahora, en la primera jugada le mete una falta descalificadora a (Franco) Vázquez. Nos quiso llevar con su prepotencia, porque en la Boutique le perdonan un montón de faltas que en otras canchas no, pero a nosotros ningún perejil nos va a llevar por delante, porque somos Belgrano.

-¿Cómo fue la jugada del hielo, antes del inicio del segundo tiempo?
-En el primer tiempo, me tiraron con hielo los 45 minutos, y si no me tiro cuando me pegaron, no iban a parar más. Lo hice por eso. Después, cuando me levanté, no me arrojaron nada más. Fui agredido, y si me rompían la cabeza, el más perjudicado era Talleres, porque corría el riesgo de que les descuenten puntos, le quiten la localía en barrio Jardín, y pueden descender, como le pasó a Nueva Chicago.

-¿Te hacés cargo de tu acción?
-Sí, pero yo no generé violencia. Basta de ese verso de que los jugadores son los que la generan; la violencia nace desde las tribunas. En ningún momento hice gestos a la hinchada, sino aceptó cualquier reacción. Me hubieran tirado con palos, y yo era culpable. Y eso no pasó. Había que manejar ese clima, sabía que cualquier cosa podía pasar, muchas veces la adrenalina no te deja pensar, pero creo que actué correctamente.

-¿Cómo se vivió el partido desde adentro?
-En todos los clásicos hubo encontronazos, discusiones y hasta trompadas, ¿o nadie vio a Chilavert a las piñas con Ruggeri? El mío fue un encontronazo con Lussenhoff, y no fue el único que hubo. Si fue el más desmedido, pero estoy seguro que hubo más.

-¿No pensás que tu actitud pudo generar violencia?
-Es como lo hablamos antes, la violencia sale de las tribunas. Salí en defensa de un compañero de 19 años, porque un hombre de 35 casi le arruina la carrera. En ningún momento levante los brazos, hice gestos... Y en lo deportivo, el empate no nos sirve de mucho.

miércoles, 29 de abril de 2009

Tenemos que ganar sí o sí

Julio Moreyra
Capitán de Instituto

La Voz del Interior

No fue un lindo clásico el que jugaron Talleres y Belgrano. Fue muy trabado, tirando a malo. Quizá salga algo parecido contra nosotros. La “T” tenía la necesidad de ganarlo ante los celestes, pero no tuvo la pelota en el primer tiempo y en el complemento se acomodó mejor.

Pensando en el clásico del próximo lunes, a nosotros no nos conviene un empate. Si queremos seguir peleando arriba, tenemos que ganar sí o sí. No podemos dejar pasar más puntos. Hay que alcanzar a Chacarita y Atlético Tucumán. En estos ocho partidos que quedan lo único que sirve es ganar.

Nosotros tendríamos que hacer un gol temprano, porque de esa forma ellos van a salir a buscar el empate y ahí se nos pueden crear espacios. Si pasa el primer tiempo 0 a 0, quizá el segundo será más especulativo.

Ante Talleres, nuestro sistema defensivo tendrá que estar muy concentrado por ellos tienen dos delanteros importantes como Luis Salmerón y Sebastián Cobelli. Nosotros tenemos que hacernos dueños de la pelota y manejar los tiempos del juego.

Ahora, el otro clásico


Talleres-Belgrano ya pasó y el próximo lunes, a las 21, Instituto recibirá a la "T".

La Voz del Interior.

Los ecos del empate de ayer entre Talleres y Belgrano ya se van apagando. De a poco, a medida que pase la semana, irán copando la escena la previa de otro clásico de Córdoba. Ahora se viene Instituto-Talleres, que se enfrentarán el próximo lunes, a las 21, en el Monumental de Alta Córdoba, donde sólo hinchas de la Gloria tendrán el privilegio de observar el partido en la cancha. El resto lo podrá hacer por televisión, ya que TyC Sports transmitirá en directo. Anoche se conoció que Cristian Faraoni será el árbitro.

El choque entre albirrojos y albiazules tendrá dos ausentes de peso. En el local no estará Ezequiel Lázaro, quien fue expulsado contra Aldosivi. Será una baja importante ya que es uno de los armadores de juego del equipo que dirige Jorge Ghiso. El reemplazante de Lázaro será Nicolás Croce.

En la “T” no jugará su capitán Federico Lussenhoff. Ayer, ante el Pirata, fue amonestado y llegó a la décima tarjeta amarilla. Todos saben lo que transmite el Colorado del el fondo y por eso su equipo lo extrañará. Una posible variante sería el ingreso de Jonathan Battauz como lateral derecho y Emanuel Céliz pasaría como zaguero.

Falta mucho y habrá que esperar las respectivas prácticas de fútbol para confirmar a los equipos que jugarán el próximo lunes, en el cierre de la 31ª fecha de la B Nacional.

El viernes, las entradas. Con la intención de que los hinchas se hagan socios del club (consultas al 0351-474-0447), la directiva gloriosa aumentó los precios de las entradas para el clásico, salvo las populares. Los boletos estarán a la venta a partir del próximo viernes (a pesar del feriado por ser el Día del Trabajador). Continuará el sábado y el domingo, de 9 a 21 en Jujuy y Calderón de la Barca. El lunes, si hay excedente, el expendio seguirá en la plaza Rivadavia en un camión recaudador. La popular tendrá un valor de 24 pesos (jubilados y damas, 12; menores, 6); la preferencial de calle Sucre, 50 (jubilados y damas, 38; menores, 32); la platea lateral, 60 (jubilados y damas, 48; menores, 42); la platea baja, 70 (jubilados y damas, 58; menores 52); y la platea alta “Roja y blanca”, 100 (jubilados y damas, 88; menores, 82).

Albirrojas

“Moralito”. “En el fideicomiso hay 290 mil dólares y por ahora no llegamos para hacer uso de la opción de Morales Neumann, que vence el jueves (por mañana). Nos reunimos, estamos negociando y tratando de ampliar el plazo”, expresó ayer Juan Carlos Barrera, presidente de Instituto.

Campaña. Entre lunes y martes se hicieron 100 nuevos socios.

Lo que viene. Por la 32ª, visitará a Olimpo el sábado 9 de mayo a las 15 ó 18.30. Por la 33ª, recibiría a Platense el lunes 18, a las 21.

Faraoni, el árbitro

Anoche se sortearon los árbitros de los partidos de la 31ª fecha de la B Nacional y para el clásico Instituto-Talleres, que se jugará el próximo lunes a las 21 en Alta Córdoba, salió favorecida la bolilla de Cristian Faraoni.

En esta temporada, el referí dirigió cuatro veces a la Gloria, con un triunfo albirrojo (2-0 Aldosivi, en la 11ª fecha), un empate (1-1 Unión, en la 2ª) y dos derrotas (1-2 Chacarita, en la 6ª; y 0-2 Atlético Tucumán, en la 27ª fecha).

Faraoni arbitró tres veces a Talleres, con dos victorias albiazules (2-0 Atlético de Rafaela, en la 7ª); y 3-2 Independiente Rivadavia, en la 14ª) y una derrota (0-3 Unión, en la 21ª fecha).

La Voz del Interior.

Ganó el miedo a perder


Talleres y Belgrano aburrieron en un clásico ordinario y empataron 0-0.

Hugo García
La Voz del Interior.

Un Talleres-Belgrano o un Belgrano-Talleres, según el orden que indique el fixture, representa una distinción para quienes les toca jugarlo. Es la chance de pasar a la historia del fútbol cordobés, con un gol clave, una jugada o una atajada soñada. Ayer era la chance de poner de pie a una multitud, en el caso de Talleres o la de silenciarla, todo un desafío para Belgrano. Y miles de hinchas en el país y en el mundo, pegados a la TV o Internet para saber del clásico cordobés.

Los mismos protagonistas se habían declarado conscientes de que este partido era de esos en los que había que sacar un plus, porque era decisivo, vital y tantas otras palabras que sirven para endulzar el oído del hincha.

Al final, salió un partido ordinario, un “clasiquito”, en el que lo único que ambos tuvieron claro fue el hecho de no perder ante el rival de toda la vida y quedar mal parado para lo que sigue. De sacarle ventaja al otro, en cuestiones mínimas. ¿Un caso? La pelea entre Olave-Lussenhoff. El arquero pidió la expulsión directa del rival por la falta a Vázquez y “el Colo” reaccionó contra el “1”.

Talleres y Belgrano cumplieron con el objetivo de mínima. Se marcharon a casa con la tranquilidad de no haber perdido, pero cuando se enfriaron se dieron cuenta de que pasó una fecha más. Y que la obligación de ganar para sus respectivos desafíos volverá a presentarse en la fecha siguiente.

El partido de ayer jugado en la Boutique dejó como saldo un puñado de situaciones de gol para cada uno, que apenas servirán para que los hinchas discutan quién mereció ganarle al otro. Instantes dentro de un partido que tiene 90 minutos.

Tipos audaces. Cristian Zermattén y César Mansanelli fueron dos de los pocos jugadores que se animaron a tomar determinaciones. De esas que podían cambiar el 0 del partido de ayer.

“Zerma” gestó o participó de los avances más claros de la “T”. En las dos de Martín Cabrera (la tapada de Olave y la del palo) y un córner a la cabeza de Bartolini (se fue alto por poco), en el primer tiempo. Luego, le metió una cortada para Cobelli que al final sacó Berza.

¿Y “Mansa”? El único que hizo jugar y llegar a Belgrano. El cabezazo de Vázquez (se fue cerca) nació de una apertura a Pautasso que mandó un gran centro. Ya en el complemento, el volante desvió el remate final tras un pase de Olave. Luego, sacó un lateral para Chavarría, quien asistió a Becerra y éste la tiró afuera increíblemente.

Tanto a Zermattén como a Mansanelli les faltó compañía. Cobelli y Salmerón se mostraron poco y Wilchez, amagó con ser el gran socio. Encima, el técnico Peralta sacó a Cabrera que, si bien falló al definir, aportó sorpresa por su banda.

En Belgrano, “Mansa” tuvo poco eco en Vázquez y en sus delanteros. El ingreso de Becerra abrió una esperanza, pero cuando se necesitaba de la habilidad de Chavarría, porque Lussenhoff tenía amarilla (desde los 22 minutos de juego) y Báez estaba en desventaja (salió Quiroga y entró Wilchez), Omar Labruna lo relevó. Chances para ganar, hubo; tiempo para lecturas de juego, también. Faltó determinación. Algo de lo que hace falta para quedar en la historia. Al menos de este clásico.

Medio clásico



Talleres y Belgrano afrontaron el clásico condicionados por el temor a perder. Se raspó más de lo que se jugó y el 0-0 graficó perfecto lo sucedido. El punto le cayó un poco mejor a la “B”.

Joaquìn Balbis
La Voz del Interior.

"Lamentablemente, este punto no nos sirve para nada". El plateísta de la "T" no digería el 0-0 que acababa de ver en barrio Jardín y sentenciaba cómo le había caído el empate con Belgrano. Unos escalones más abajo, un hincha albiazul de camisa blanca, pantalón de vestir y zapatos negros exteriorizaba con una catarata de insultos cómo había tomado el resultado, mientras su compañero de pasión –vestido ídem– asentía con adustez.


Quizá la expectativa con la que estos fanáticos acudieron al clásico siestero los llevó a ser tan duros con la cosecha de Talleres, aunque es imposible desconocer que a Belgrano el 0-0 le cayó un poco mejor. Sólo bastó ver los abrazos y los rostros de los jugadores celestes al final para comprender que el puntito de visitante era parte del objetivo que habían ido a buscar. Es que a la "B" le posibilita quedar tercero y en zona de promoción, mientras que la "T" no pudo alcanzar a Almagro en el puntaje, aunque le descontó una unidad.

Después, a la hora de las declaraciones, los futbolistas pretendieron imponerse con sus palabras, algo que no supieron hacer en el campo. Fue un clásico reducido. No sólo en las tribunas (otra vez hubo nada más que hinchas locales por aquella absurda medida de la AFA) faltó la otra mitad, sino también en el juego. Un concepto válido para el operativo de seguridad, que funcionó bien pero se resquebrajó por incidentes de madrugada y hechos discriminatorios.

Condicionados por el miedo a perder, los dos priorizaron raspar a jugar. Achicaron espacios, eligieron que el rival no los lastimara, metieron fuerte y postergaron la necesidad de darle buen destino a la pelota y pensar más en el arco de enfrente que en el propio. Si hay algo que a la mayoría de los jugadores no se le puede reclamar es que se hayan guardado algo a la hora de poner. Pero en el fútbol eso es sólo una parte y casi nunca es suficiente. Siempre es mejor celebrar cuando la redonda es mimada por futbolistas como Cristian Zermattén (uno de los más claros) o Franco Vázquez (le pesó el partido y no gravitó), que aplaudir cuando se la revolea lo más fuerte, alto y lejos posible, algo que sucedió en varios pasajes del clásico.

Además, si los duelos individuales los ganan quienes cumplen funciones de destrucción sobre los que deben construir, las opciones de un buen espectáculo son escasas. Así y todo, cada equipo contó al menos con tres ocasiones para marcar, pero eso no alcanzó para que llegara ese desnivel por el que ninguno hizo mucho más que el otro y que hubiera provocado la herida tan temida –no mortal, aunque sí muy riesgosa– en el perdedor. Es que el miedo a salir derrotado era enorme y al final los dos se aferraron al empate, como lo confirmaron en la "T" el ingreso de Galarraga por Cobelli o en la "B" las señas de Nelson Pumpido (ayudante de Omar Labruna) pidiéndoles calma a los suyos.

El clásico murió en las expectativas y el cero le cayó perfecto. Tal vez, salió algo mejor parado Belgrano –que sigue ahí y ahora recibirá a Olimpo– que Talleres, que deberá visitar a Instituto sin su capitán Federico Lussenhoff, uno de sus caudillos.

El punto "T"
El 0-0 dejó a Talleres un punto más cerca de Almagro en la tabla de los promedios, pero no lo pudo alcanzar y sigue en descenso directo. El Tricolor tiene 118 puntos, dos más que la "T". Con sus triunfos, All Boys y Platense tomaron un poco de aire.

El punto "B"
La "B" inició la fecha en la segunda colocación junto a Atlético Tucumán. Tras el empate de ayer y el triunfo de los tucumanos ante Chacarita, cayó al tercer lugar con 51 puntos, dos menos que Atlético y uno más que Instituto, Rafaela y Aldosivi.

Rietti: “Salió todo bien”


Guillermo Rietti rendía una prueba de fuego, por lo que se dijo antes del clásico, y porque su nombre no cayó nada bien en Belgrano. “La sensación que tengo es de serenidad conmigo mismo, de haber encontrado el resultado que esperaba dentro del campo de juego con la respuesta de los jugadores. Me parece que fui absolutamente respetado, que Juan Carlos (Olave) al que la gente lo tiene como un tipo conflictivo, entendió claramente las cosas cuando las conversamos y todos, absolutamente todos mantuvimos un respeto altísimo por el clásico. Para mí fue un enorme orgullo estar en Córdoba dirigiéndolo”.

-Tuvo que mediar entre Lussenhoff y Olave...

- Es parte del show de lo que es un clásico... No era necesario ir a amonestar a Olave después de su entredicho con Lussenhoff. Juan Carlos entendió claramente, Lussenhoff fue amonestado porque cometió una falta que era causal de amarilla y no dio más que para eso.

-¿Consta en su informe este tema?
- Vamos a poner que se retrasó el inicio del segundo tiempo pero no pasó nada.

-¿Cómo juzga su trabajo?
- Yo no soy quién para juzgar mi laburo pero la percepción personal es que salió todo bien.

-¿Qué calificación se pondría?
- No, eso te lo dejo a vos... ‘mátenme, pónganme un ‘3’ un ‘menos ocho’, no hay problema, los árbitros estamos preparados para todo esto.

La Mañana de Córdoba.

Uno por aquí, otro por allá



Talleres y Belgrano defraudaron en lo futbolístico. Empataron 0-0 en un clásico mal jugado, aunque en el segundo tiempo el Celeste dejó una mejor imagen. El punto, a falta de ocho fechas, deja a ambos en posiciones expectantes.

Gabriel Rodríguez
La Mañana de Córdoba.

Podría decirse que Talleres y Belgrano amagaron más de lo que dieron. Que la ansiedad y expectativa que generaba un clásico de esta magnitud en la Boutique, no se trasladó al campo de juego, pues los protagonistas en su afán de brindar un buen espectáculo chocaron contra sus mismas necesidades.

El 0 a 0 marca la paridad no sólo en el resultado, sino en la cancha donde hubo un tiempo en que Talleres fue superior y otro en el que Belgrano se mostró más entero. Fue en ese lapso (el complemento) donde dio la impresión de que Belgrano podría haberse llevado algo más.

El “round” de estudio que significó los primeros minutos, invitaba al conocimiento del otro, sabiendo que un error allí podría ser fatal. La pelota iba más por arriba que por el piso, entonces poco era lo que podría esperarse. Labruna apostaba al esquema de siempre, con el pibe Vázquez debutando en un clásico; mientras que Peralta hacía volver a Cobelli, como dos armas que podían darle un toque distinto al “derby”.

El público, que se acordó de Cuevas y todos sus parientes, había tenido una reacción casi indiferente con Olave. Hasta que a los 20’ Vázquez toma una pelota en el medio, pasa a uno y cuando va a hacer lo mismo con Lussenhoff, éste estira la pierna y le comete un violento foul. Amarilla para el “Colorado” y la enérgica reacción del arquero de Belgrano con el defensor recordándole lo que sucedió en el clásico pasado con Pacheco, hizo exacerbar a la gente.

El partido no mostraba emociones, como que cada uno esperaba el momento o el error del otro. Zermatten aparecía en cuentagotas y los de arriba caían en la trampa de la línea de tres celeste. Vázquez tampoco era protagonista y Belgrano se partía. Fue cuando debieron aparecer los extremos. Sobre los 30’, Quiroga dejó sólo en posición de gol a Cabera, quien entrando por derecha cruzó el remate al segundo palo de Olave quien en gran reacción adivinó la intención para amortiguar el disparo.

Tres minutos después, un centro de Pautasso cayó por detrás de todos donde estaba el “Mudo” Vázquez, quien en soledad y sin marca alguna cabeceó al gol, pero su frentazo se perdió por centímetros al lado del palo del indefenso Brasca.

Ahí, en chances de gol estaban empatados. Pero Talleres tuvo diez minutos de lo que más le gusta hacer: los centros. Uno de Quiroga sobró a todos, menos a Cabrera, quien cabeceó incómodo al arco pero el palo le dijo no. Un rato más tarde, un tiro de esquina del mismo Quiroga le cayó en la cabeza a Bartollini y su frentazo se fue por muy poco.

Peralta hizo ingresar a Wilchez para darle fútbol y verticalidad a Talleres. Pero ni una cosa ni la otra sucedió en el segundo segmento. Porque el ex Estudiantes se entregó a la segura defensa celeste y Zermatten, con quien debía asociarse, también naufragó en el intento al ser controlado por Lollo y Mansanelli.

Fue Belgrano el que estuvo cerca de abrir el marcador. Corrían 9’ cuando Mansanelli le gana por su sector a Céliz y a Zermatten, y al quedar frente a Brasca eligió patear al arco perdiéndose el balón al lado del poste cuando tenía de frente a Vázquez y Chavarría.

Ingresó Becerra para darle aire al ataque “Pirata” y en la primera que tocó casi marca: rápido saque lateral, Mansanelli entrega a Chavarría y éste envía un centro al ras del piso para que “Chucho” de frente y con el arco vacío grite gol. Pero el disparo se fue esquinado y muy lejos al agarrarla de llenas y muy rápida.

Eso fue lo último que sucedió. Porque Talleres se “olvidó” de atacar, casi no pasó la mitad de la cancha porque Belgrano se hizo dueño del terreno pero tampoco lastimó.

Fue un 0 a 0 que deja a ambos conformes y cerca de sus objetivos inmediatos. A Talleres lo pone a tiro de Almagro en los promedios, y a Belgrano lo deja dos puntos debajo del segundo, Atlético Tucumán.

Por eso, un punto por acá y otro por allá.

El show de Olave


A falta de buen juego, el arquero celeste fue el protagonista del clásico. Discutió agriamente con Lussenhoff, lo insultaron los hinchas albiazules y se tiró cuando un elemento contundente lo golpeó antes del arranque del complemento.

Marcos Villalobo
La Mañana de Córdoba.

Fue el protagonista excluyente de un clásico. Lo vivió a pleno, lo disfrutó a pleno y lo sufrió plenamente. Le puso folklore, nerviosismo y suspenso. Juan Carlos Olave, odiado en barrio Jardín, y cada vez más amado en Alberdi, fue el jugador “distinto” en la Boutique, aunque esta vez tuvo poco trabajo.

Comenzó tranquila la tarde para el arquero de Belgrano, ya que el blanco de los insultos locales fue Héctor Cuevas, quien arrancó en el banco y al que entre cientos de calificativos, lo tildaron de “traidor”. Sin embargo, con el partido en marcha, los gritos e insultos cambiaron y se dirigieron al “1” celeste. Más, el clic se dio a los 20 minutos del primer tiempo. Federico Lussenhoff le cometió una falta fuerte al juvenil Franco Vásquez y Olave corrió varios metros e increpó al capitán albiazul. Y en ese instante, el estadio explotó de ira, mientras los dos experimentados futbolistas discutían en el mediocampo. Fueron varios minutos de tensión. Ahí comenzó el partido especial para Olave. “A los clásicos los vivo intensamente. Soy hincha de Belgrano, los de Talleres lo saben. Ellos no me quieren y yo tampoco los quiero a ellos”, declaró “Juanca”. Folklore futbolero en su máxima expresión. Era la figura, pero no sólo por los insultos que recibía, sino también por su actuación, ya que a los pocos minutos protagonizó la atajada del partido, al taparle un remate a Martín Cabrera.

Apenas finalizó la primera mitad, Olave otra vez se trenzó con Lussenhoff, uno de los preferidos de la “T”. Cuando se retiraban a los vestuarios, el arquero agarró al “Colorado” de atrás y le dijo que le fuera a pedir disculpas a Vásquez. Nuevamente empujones y amenazas que prometían seguir en el túnel. Pero quedo ahí ¿Quedó ahí?
El show de Olave no terminó. Al salir para jugar el segundo tiempo, y mientras caminaba a su arco, cayó al suelo. “Me pegaron con un hielo, que primero me pegó en la cara y después en el pecho. Es una tontera porque le podía haber traído problemas a Talleres. Hablan mucho de amor a la camiseta y después perjudican a su propio club”, explicó Olave. Por TV se vio la agresión, aunque el arquero caminó unos pasos y después se tiró. No pudo observarse si le pegaron en la cara.

El partido pudo haberse suspendido. Los hinchas albiazules, con la bronca recargada, entonaron: “Olave se cagó... Olave se cagó”. El árbitro Guillermo Rietti contó: “En ningún momento pensé en suspender el partido, porque cuando Juan Carlos estaba en el piso me dijo que me quedara tranquilo que se recuperaba y jugaba. No pasó a mayores”.

Cuando el partido culminó, ya con la paridad consumada, Olave se retiró en medio de una cataratas de insultos y silbidos, y éste devolvió con un gesto, haciendo referencia a que él los mira desde arriba. Luego, entre risas, el portero explicó: “Sólo hice como que no los veía, pero qué querés, me habían insultado todo el partido”. Lo jugó, y bien. Lo sufrió, y bastante. Lo vivió, como se vive un clásico.

“Los clásicos no se pierden”


Mansanelli, quien tuvo la jugada que le pudo dar la victoria a Belgrano, señaló que el punto le sirve al equipo celeste, aunque afirmó que merecieron ganar. “Merecimos un poco más”, sostuvo el “Hachita”.

Marcos Villalobo
La Mañana de Córdoba.

A los 9 minutos del segundo tiempo, César Mansanelli aprovechó una desatención de la defensa de Talleres, guapeó la pelota y su remate pasó rozando el palo derecho de Valentín Brasca. Pudo haber sido el desnivel para Belgrano. Al término del empate 0-0, mientras se retiraba de la Boutique, el “Hachita” todavía se lamentaba la jugada. “Creo que si esperaba un tiempo más -piensa y mira al suelo-, un poco más y entraba solo Pablo (Chavarría) por el medio. Lamentablemente no lo ví, sino tal vez hablaríamos de que ganamos el partido”, explicó Mansanelli a la salida del vestuario.

Más allá de esta jugada el volante derecho le contó a LA MAÑANA que disfrutó el clásico. “Además de jugarlo, lo disfruté al partido. Lo pudimos haber ganado en el segundo tiempo, pero nos faltó para definirlo. Estamos contentos por el juego, por la agresividad que tuvimos, porque estos partidos clásicos se juegan así”, narró Mansanelli. Y se notó que lo disfrutó, ya que el ex Racing de Nueva Italia tuvo una destacada actuación.

-¿Sentiste que tuviste un buen partido?
-Mejoré mucho en el segundo tiempo. En el primero, como se jugaba mucho al pelotazo, me costaba un poco y no la podía agarrar. Pero, en la etapa que tuvimos más juego, donde fuimos superiores, pude levantar el nivel.

-¿Fue justo el resultado?
-No. Creo que merecimos un poco más. Tuvimos las jugadas más claras del partido en el segundo tiempo y ellos casi no llegaron. Al final, nos deberíamos haber llevado los tres puntos.

-¿Pero entonces el punto sirvió?
-Sí, sirvió. Lo importante era no perder. Los clásicos no se deben perder. Y estamos tercero, a dos puntos de Atlético Tucumán, seguimos peleando por el ascenso. Si perdíamos nos quedábamos con 50 puntos junto a dos equipos más (Instituto y Aldosivi). Pero, tenemos que ganar la próxima fecha de local ante Olimpo para confirmar este punto.

“Perder hubiera sido trágico”



Sebastián Cobelli le dio valor al punto obtenido en el clásico, aunque consideró que Talleres estuvo más cerca. Salmerón, por su parte, destacó el empate. “Al final era mejor no arriesgar. Tenemos que ser inteligentes” , señaló el delantero.

Federico Jelic

La Mañana de Córdoba.

Talleres tiene uno de los ataques más efectivos de la B Nacional. Está tercero con 44 goles, y su fórmula de ataque Luis Salmerón-Sebastián Cobelli anotó 25 tantos. Pero no pudieron anotar ante el Belgrano con la valla menos vencida.

Cobelli arrancó con las declaraciones, valorando el punto: “Queríamos sumar de a tres, porque es lo que verdaderamente necesitamos. En la previa, el triunfo de Rafaela ante Almagro nos dio esa ilusión de alcanzarlos, pero el punto que logramos suma, más que nada para seguir descontando. Perder hubiera sido trágico”. A su turno, Salmerón reflexionó: “Fue un lindo duelo, lo batallamos hasta el final. Hubo dureza en la marca, Belgrano tiene un plantel respetable, con mucha experiencia, y terminé muy cansado. Los dos equipos dejamos la vida”.

Sobre su posición, Cobelli sostuvo: “En el primer tiempo bajé a buscar la pelota, porque había espacio adelante de sus dos centrales, y pensé que tendría libertad para patear. Fue muy cerrado, el empate terminó siendo justo, aunque tuvimos las mejores chances para marcar”.

En tanto, el “Pupi” indicó: “No me quedó ninguna pelota cerca. En algunos partidos se te da, y otros no. Igual la responsabilidad de anotar no es sólo mía, en este equipo todos estamos en condiciones”.

El “Gordo” Cobelli destacó la actitud del equipo: “Nunca nos resignamos al empate. Por situaciones de gol, Talleres estuvo más cerca en el primer tiempo. El punto ayuda a descontar, y nadie quedó disconforme”.

Casi de manera continuada, Salmerón dijo: “Perder hubiera sido realmente muy malo. Cuando el árbitro adicionó dos minutos, pensé que era en vano seguir haciendo el esfuerzo, era mejor no arriesgar. Tenemos que ser inteligentes. El punto sirve, estamos más cerca de Almagro”.

Para cerrar, Cobelli aseveró que ya piensan en el clásico ante Instituto: “Es hora de empezar a mentalizarnos, porque de ahora en más no nos sirve más empatar. Será una revancha por el partido que ganaron ellos en barrio Jardín”.


Bajo control


El operativo de seguridad del clásico, que contó con 500 efectivos, fue exitoso. Hubo 46 detenidos.

Largos y extensos cónclaves se realizaron durante toda la semana pasada en Casa de Gobierno, entre el Cosedepro, la Policía provincial y los encargados de seguridad de Ateliers, para garantizar un eficiente operativo de seguridad en el clásico entre Talleres y Belgrano. Pese a que hubo detenidos (46 en total), todos fueron por contravenciones en las inmediaciones al estadio. Y todos antes del partido. Una vez consumado el empate, no hubo episodios para lamentar.

Pero lamentablemente, el vandalismo se había trasladado a unas cuantas cuadras de ahí: es que un grupo de individuos, aparentemente hinchas de Belgrano, incendiaron un cartel en la puerta del predio de las 24 hectáreas, con una antorcha y un trapo con combustible. El cartel rezaba la frase que tanto caracteriza al gerenciador de Talleres Carlos Ahumada: “Hechos, no palabras”. Se están haciendo las investigaciones correspondientes, según aseveraron oficiales de seguridad.

Temprano, en las veredas del estadio fueron arrojadas bolsas de maíz y de sal.

“Nunca uno está exento de estas situaciones. Este tipo de acciones que remontan a un pasado nefasto. A estos hechos vandálicos no sabemos a quién atribuírselos. Se presume que fueron hinchas de Belgrano. Seguro es alguien que quiere provocar incidentes entre la propia gente de Talleres”, expresó el encargado de seguridad de Talleres Carlos Góngora. El ex comisario dijo que durante la madrugada se habían observado vehículos sospechosos en las inmediaciones de la Boutique, pero que por la presencia policial, los agresores decidieron dirigirse al predio del club.

A su vez, el comisario mayor Hugo Ceballos, a cargo del operativo de seguridad, comentó: “El diagrama fue eficiente, los vallados y las requisas también, y la organización interna no trajo problemas. Salió todo como lo preveíamos”.

La Mañana de Córdoba.

domingo, 26 de abril de 2009

“Juega la gente, los jugadores no juegan un carajo”

Se lo dijo Daniel Willington a Día a Día. Y Juan Carlos Heredia está más que de acuerdo. En vísperas de otro Talleres-Belgrano, el Loco y la Milonguita, dos de los ídolos más grandes de la historia de la T y la B, hablarondel clásico y de todo.

El pulso, maestro. El “doctor“ Milonguita Heredia le toma el pulso al Daniel. Los dos bromearon un poco y el Loco agradece a todos por el apoyo. “Está bien”, dijo el doc.

El pulso, maestro. El “doctor“ Milonguita Heredia le toma el pulso al Daniel. Los dos bromearon un poco y el Loco agradece a todos por el apoyo. “Está bien”, dijo el doc.

Es como para agarrar e implorarle a alguien que le devuelva algo del pasado a Talleres y a Belgrano. Es una invitación a viajar por el tiempo en busca de una alegría. No hay caminos directos que conduzcan a las épocas gloriosas y, hacia adelante, las pistas son altamente difusas.

Exactamente, tres años atrás, Día a Día los había juntado y se propuso escarbar en una idéntica nota la realidad de la pelota, como para tratar de descubrir algún atajo que nos deposite en alguna respuesta. Es difícil. Cuesta encontrarlo aún. En vísperas de un crucial choque más, como allá por abril del 2006, los próceres más encumbrados de la historia de Talleres y Belgrano se reunieron en el bar La Previa, frente a la plaza de Alta Córdoba. Daniel Willington, el as de Talleres, y Juan Carlos Heredia, de los goleadores más emblemáticos que tuvo Belgrano en su vida.

“¡Chau Daniel!”, se repetirá el grito desde algún auto unas cinco veces mientras el Loco permanezca sentado en la vereda del bar. Y la respuesta será la misma: “Chauuuu... y la que te recontra a vos”. El corolario, el mismo: risas y más risas. Y Milonga no se duerme en eso.

Entonces, el contexto es el mismo que el de aquella vez en víspera de otro tradicional choque, entre nostalgia, alegría, bromas desopilantes, frases casi impublicables y una montaña de fútbol. Y, como Mahoma, fuimos a esa montaña, tratando de esquivar la chatura en la que estamos.

“Te morís, Daniel, me dijo el médico”, comenzó disparando Willington, tras pedirle el cortadito a la moza. “Me metieron en esas cámaras de rayos gama, enormes”, agregó. “Uh, eso sí que es un cajón de lujo, Daniel”, bromeó Heredia.

El cirujano, el doctor Conci, fue el encargado de la reciente intervención quirúrgica al Daniel. Por un aneurisma en la aorta abdominal lo operaron con éxito, semanas atrás, en el Instituto Modelo de Cardiología. “De pedo me lo detectaron. Si la acompañaba a mi señora, a que se haga ver un lunes. Justamente esos son los días en que yo me voy a pescar. Como no se pudo, entonces ella me pidió que la acompañara y mirá cómo se dio todo. Es el destino”, explicó mientras acariciaba el pocillo. Paradojas de la vida, un ex dirigente y fanático de Belgrano se encargó de sostener en vida al máximo referente de la historia albiazul.

“Eran tres de Belgrano, uno sólo de los médicos de Talleres”, agregó con una sonrisa. Y como para comerse un buen bocadillo antes de hablar del clásico de este martes a las 15, en barrio Jardín, se despachó: “Ah, no sabés lo bien que anda mi viejo (Atilio, ex jugador y referente del Talleres de los ‘50). Ya tiene 89. Uh, no sabés, vive solo, no quiere vivir con nadie, que no lo jodan. El otro día me pregunta, ‘¿Cómo andás, Daniel?’; y le digo: ‘Me tienen que operar’. Y me responde: ‘Ah, qué bien, te felicito’. ¿Podés creer vos... ese viejo? Andá a la puta que te parió, es un guanaco”.

Hablemos de ¿fútbol? Costó mucho. El sentimiento es agridulce. Las fotos no salen del sepia. El color no asoma en los labios. Los viejos lo sufren, lo sienten, lo padecen. Como hinchas que son, ya alejados de las canchas, sacan algunos trapitos de fútbol, aunque cueste encontrar un sol.

–Hace tres años hicimos esta misma entrevista, ¿cambió algo?
Heredia: –Algo, un poco.

–¿Qué cambió?
H: –Y, ahora juegan un poco peor. Hace unos años jugaban por algo más. Y había dos o tres que más o menos la movían.
Willington: –No sé que puede pasar. Imaginate que ahora juegan los martes, ja.
–Pero Belgrano tiene más chances.
H: –Sí claro, sólo eso. Todos los años es lo mismo. La otra vez era Talleres el que tenía chances, ahora Belgrano, pero nada más. Pero los clásicos son así, aparte.
W: –La camiseta de Talleres, de Belgrano, de Instituto, no es para que la use cualquiera. Ya no van por el fútbol, van por otro lado. Y ahora todos quieren ser mediáticos.
H: –Es muy distinto todo.
W: –En el tiempo nuestro, en el acto te echaban del club. Uno no fue santo, pero jueguen, demuestren que tienen sangre. Yo no fui un angelito, pero cuando entraba a la cancha me transformaba. Uno tenía prestigio y personalidad. Ahora es como si nada. Van a fin de mes, cobran, Talleres se fue al descenso y se van. Después vienen otros y seguimos en la misma mierda.
H: –Antes, los de Buenos Aires no te ganaban así nomás como ahora.

–¿Si se “jugara” ayudaría algo?
W: –Yo cuando he sido técnico nunca me preocupé por la vida privada de los jugadores. Si me cumplían con el trabajo de la semana y el domingo jugaban bien, bárbaro. Sino, yo los encaraba y les decía por qué los sacaba.

–¿Que se juegue en barrio Jardín, les trae alguna sensación?
W: –Se tendría que haber jugado en el Chateau. ¿A dónde está Talleres jugando ahora? Peleando el descenso, perdiendo plata. Lo tendrían que haber jugado en el Chateau, en barrio Jardín no van a entrar todos. Sabemos la hinchada que tiene Talleres.

–¿En otras épocas cómo era jugar en el barrio?
H: –Era hermoso, incomparable.
W: –Te puedo hablar de muchos equipos más allá de Talleres y de Belgrano. 40 años atrás había muchos equipos. ¿Ídolo es Oste porque hizo un penal? Hay que tener años en un club y representar a la camiseta. Hoy no se hablan de una enorme cantidad de nombres de Talleres, Belgrano, Instituto, Racing, de figuras que hoy no se podrían nombrar porque no los encontramos y nadie los recordará.
H: –Antes era otra cosa...
W: –Hay folklore en las tribunas, pero la música es distinta...
H: –Era distinto, entraban los hinchas mezclados por la misma puerta. Ahora uno por la Colón y el otro por la Rafael Núñez.

–¿Hace cuánto que no siguen bien a sus clubes?
H: –Yo lo sigo a Belgrano, pero a Talleres, a Instituto y a Racing también, pero a través de los medios.

–¿Hace mucho que no van a la cancha?
H: –Un solo partido, con Unión de Santa Fe, porque me hicieron un homenaje en la cancha.
W: –No voy a la cancha yo. Hace muchos años que no voy.

–¿Y ahora, si lo llaman de Ateliers para entregarle alguna plaqueta?
W: –No, ni me conocen, no me interesa. Ponele que Paco (Cabasés) venga o la hinchada, se la voy a aceptar porque viene de ellos.
H: –Somos los eternos olvidados. Es así hermano, mirá si Luisito Galván ¿no podría estar dirigiendo?. Campeón del mundo, un señor.
W: –Es que él dice lo que piensa.

–¿Cómo analizan los gerenciamientos?
H: –Bien, (Armando) Pérez bien, bien las inferiores, bien el predio está hermoso. Hay comodidades, parece un club en serio. Lo que le faltan son los resultados, logros, ascender.
W: –Recuperaron la Boutique, pero no es gestión pintar una cancha. Prefiero armar un buen equipo, respaldar un proyecto a pintar una cancha y pelear para no irte al Argentino. Lo de Talleres estuvo todo hecho y desapareció. Ahora no sabés qué va a pasar. Talleres tuvo un equipo, un buen predio, un buen presidente. Ahora nada. En Talleres seguimos con el “teníamos”.

–¿Pero no es en parte un mal general del fútbol?
H: –El fútbol de Córdoba tiene cáncer. De momento se está esperando una medicina, pero ¿cuál es?
W: –Es como el chinchón. Los dirigentes fueron así: “Robá vos que después me toca a mí”. Yo no sé qué querrán hacer con los gerenciamientos. No sé Pérez, menos Ahumada que vive en Buenos Aires y ahora se vino a Córdoba hace un mes porque el equipo se va al descenso.
H: –No parece que esto cambie. Ni hablar de Las Palmas, Escuela, peor. ¿Qué ganan? El cáncer es acá, y está en el fútbol, en los clubes. Y como siempre, cuando le den bola a las inferiores en serio...

–Justo hay dos casos en Huracán, uno Bolatti (ex Belgrano) y el otro Pastore (ex Talleres).
W: –Bueno ahí nos metemos en otro terreno. Hay muchos chicos que se fueron, que alguien dio la autorización y que no están más en los clubes. A España, Francia, y varios clubes de Buenos Aires. Mejor no hablar ni mencionar a nadie, pero todos lo sabemos. Acá no hay comisiones directivas, un carajo. Sólo la cancha y los colores de la camiseta.

–¿Qué se rescata hoy de los jugadores en sus puestos?
W: –(interrumpe el Daniel) Yo de Talleres no conozco a ninguno... pero sé que Zermattén es un buen jugador, se nota. ¿Pero con quién tiene que jugar? Con un 9 como Salmerón y con un 8 como Cabrera, pero te juegan 10 minutos y listo. Y no puede ser que Talleres dependa de los huevos que ponga Lussenhoff. Para mí es un jugador que no tiene condiciones, pero dentro de la cancha tiene unos huevazos bárbaros. Ojalá que todos tuvieran esa actitud en la cancha.

–Milonguita, ¿les gustan los delanteros de Belgrano?
H: –Me gustaba Cuevas en Talleres, pero en Belgrano no demostró nada todavía. Chavarría es un buen proyecto, pero hay que esperarlo. En Belgrano, delanteros como el negro Cos no se ven. Y hoy hacés un gol en Talleres o Belgrano y ya sos ídolo, imaginate.

–¿Entonces no hay más clásicos?
W: –No, ahora juega la gente los clásicos, los jugadores no juegan un carajo. Antes lo jugaban todos.
H: –Cambió el juego además y las situaciones. Se dice el clásico, pero ya no se vive como antes.

–¿Qué más cambió?
W: –Hasta las canchas, las camisetas, los botines, la pelota...
H: –Los fulbo son una plumita.
W: –Y antes, si le pegabas mal se te cagaban de risa, ahora te aplauden.

Julio Moya

Gentileza. Día a Día

Se perfilan tres variantes


Los regresos de Céliz, Basualdo y Cobelli serían los cambios en la "T".

Gentileza. La Voz del Interior

La práctica de fútbol que el plantel de Talleres realizó ayer en el predio Casa Azul, de avenida Circunvalación, parece haber disipado las incógnitas que había en torno a la probable formación de la “T” para el clásico del próximo martes a las 15, en la Boutique. Si bien el entrenador Raúl Peralta ordenará hoy otro ensayo futbolístico, es casi un hecho que realizará tres cambios en el equipo que igualó con All Boys.

Así, Emanuel Céliz, Cristian Basualdo y Sebastián Cobelli reemplazarían a Jonathan Battauz, Juan Carlos Galarraga (cambios tácticos) y Emmanuel Fernandes Francou (por lesión).

Después de la práctica de hoy en la Boutique, Peralta dará la nómina de convocados para el clásico, ¿habrá alguna sorpresa?

Un buen augurio. Durante la última semana se disputó el clásico Talleres-Belgrano por la Primera B de la Asociación Cordobesa de Básquetbol. El resultado fue categórico: cuatro triunfos albiazules. En Alberdi, la “T” ganó en Sub 17 (94-66) y en Sub 19 (90-76); mientras que en barrio Jardín, se impuso en Primera (60-50) y en Sub-15 (70-58). Los talleristas esperan que se repita el próximo martes.

Albiazules

Inferiores. En sus cruces con Racing, la “T” ganó un partido, empató dos y perdió tres. En Buenos Aires, la 5ª igualó 2-2, la 4ª perdió 1-3 y la 6ª cayó 0-2. En Las Palmas: 8ª, 2-1 (Ortega y Tablada); 7ª, 1-3; y 9ª, 1-1.

Para ir al clásico. En Rosario de Santa Fe 15, desde las 10, atenderá la oficina de socios. Precios: popular, 150 pesos; platea descubierta, 350.

El equipo es un misterio


La "B" trabajó a puertas cerradas y el DT no lo confirmó.

Gentileza. La Voz del Interior

El plantel de Belgrano se entrenó ayer a puertas cerradas y el técnico Omar Labruna repitió la formación y casi todos los cambios del ensayo del viernes, por lo que aún se mantiene la incógnita sobre el equipo que saldrá a la cancha en barrio Jardín, el martes a las 15, en la visita a Talleres.

Una vez más Labruna incluyó a Fernando González como carrilero por izquierda en lugar del expulsado Guillermo Farré, lo que estaría indicando que el ingresado se afianza como el reemplazante elegido.

En cuanto a la ofensiva, durante el trabajo el DT volvió a mandar a la cancha a Héctor Cuevas en lugar de Andrés Soriano, y agregó una variante que también viene utilizando: el ingreso de Leandro Becerra por Franco Vázquez. Sin embargo, hay escepticismo en cuanto a que estas modificaciones puedan concretarse desde el arranque para el choque con Talleres.

Por la tarde, los jugadores y el cuerpo técnico participaron del banderazo de apoyo que los hinchas de Belgrano le brindaron al equipo en el Gigante de Alberdi, como forma anticipada de aliento para un clásico en el que no podrán estar presentes.

Unos cuatro mil simpatizantes celestes asistieron al estadio para alentar al plantel, que hoy, a partir de las 10, continuará su rutina de entrenamiento en el predio de Villa Esquiú.

Celestes

Piratitas. Las inferiores afistas de Belgrano se midieron ayer con las de Banfield, con una cosecha de un triunfo, dos empates y tres derrotas. En el predio de Villa Esquiú, la 4ª empató 2-2 (goles de Juan Landa y Franco Giufré), la 5ª perdió 1-3 (Juan Zárate) y la 6ª ganó 2-1 (Facundo Santa Rosa). En Buenos Aires, la 7ª empató 3-3 (Lucas Díaz, Lautaro Flores y Cristian Rolando), la 8ª perdió 0-1 y la 9ª cayó 0-2.

El centenario se hizo esperar


Talleres y Belgrano jugarán el martes el clásico número 100 en la Boutique.

Gentileza. La Voz del Interior

Se hizo esperar, pero llegó. La Boutique tendrá el martes un doble motivo para festejar: además de recuperar el clásico Talleres-Belgrano después de casi 27 años, albergará la edición número 100 en el recinto de barrio Jardín.

El derbi cordobés, nacido en 1914 sólo unos meses después que el River-Boca, se disputó por última vez en cancha de los albiazules el 4 de julio de 1982, en un amistoso que la “T” ganó por 1 a 0 con gol de Eduardo Barbero.

El partido, aparentemente uno más, terminó marcando una bisagra en la historia del clásico. Es que a partir de allí, Belgrano edificó una paternidad de más de 14 años que le permitió pasar a comandar la estadística de choques entre sí y poner fin al marcado dominio albiazul de los ‘70. Hoy, el duelo entre los “primos” cordobeses luce parejo como pocos: sobre 384 capítulos, los celestes sacaron una exigua ventaja de un triunfo (130 a 129) con 125 empates.

En casa, manda la “T”. El 5 de julio de 1932, nueve meses después de su inauguración, la Boutique fue sede de su primer Talleres-Belgrano.

Fue un amistoso de entretemporada en la que se puso en juego una copa donada por la firma comercial Néctar. Era la última temporada amateur –el profesionalismo cordobés se inició en 1933– y los de Alberdi lideraban el Oficial. Sin embargo, esa tarde la Boutique tuvo un feliz bautismo. Talleres ganó 2-1 con dos goles de Armando Paolucci, descontando José Barbiera para la visita.

La “T” también ganó la única final de carácter oficial disputada allí, en uno de lo partidos más emocionantes de los realizados entre ambos equipos. Fue el 24 de junio de 1951, por el Preparación de la Liga Cordobesa, y ese día los de barrio Jardín se impusieron 5-4 en tiempo suplementario, después de igualar 3-3 los 90 reglamentarios.

La cancha tiene hasta hoy un claro predominio local. En los 99 clásicos realizados hasta 1982, Talleres se impuso en 39, Belgrano en 27 y hubo 33 empates.

Los otros escenarios. Un total de 13 canchas albergaron los 384 clásicos disputados hasta hoy. La más utilizada sigue siendo la de Belgrano, con 141 partidos y una “abstinencia” de 19 años (el último choque allí fue un 0-0 en 1990).

El Gigante de Alberdi, inaugurado en 1929, le ganó protagonismo a la desaparecida cancha de la Liga Cordobesa (Arenales y Ricchieri, en el Parque Sarmiento) y fue sede obligada de los encuentros nocturnos desde que en 1945 inauguró su sistema lumínico.

El choque también tuvo sus escenarios exóticos: Bella Vista (1963), Estudiantes de Río Cuarto (1971) y la de Agricultura (1917).

Sin Chateau
El Estadio Córdoba había sido sede de los últimos 44 clásicos. La última vez que un Talleres-Belgrano se “escapó” de su ámbito había sido un empate 1-1 por la Copa Ciudad de Córdoba que se disputó en cancha de Instituto el 15 de enero de 1991.

sábado, 25 de abril de 2009

“Que Dios ilumine a Rietti”


Juan Carlos Olave, arquero y referente de Belgrano, no critica al árbitro del clásico pero ruega que tenga “el mejor partido de su vida”. Además dijo: “Me gusta que me insulten” y se consideró “muy creyente”.

Gabriel Rodríguez
Gentileza. La Mañana de Córdoba

En la previa del clásico no podía faltar la palabra del máximo referente del primer equipo de Belgrano, Juan Carlos Olave quien siempre tiene algo para decir. Jugará su sexto “derby” y sabe que será una de las grandes “atracciones” del público albiazul. En diálogo con LA MAÑANA Olave dice que va preparado para todo pero analiza: “Estos partidos se trabajan, no se ganan con desesperación”.

-Te van a silbar y “chicanear” de los cuatro costados...

-Ya me ha tocado ese tipo de escenarios así y últimamente me está pasando en todas las canchas...

-Pero ahora serás muy visitante, además vos sos el referente de Belgrano.

-Sí, pero me pasa seguido porque me identifican mucho con Belgrano, y los hinchas de equipos que tienen rivalidad con nosotros me insultan, lo hacen sentir... Es más, hasta te diría que me gusta.

-Te agrandás...

-No sé, pero es parte del fol-klore. Así cuando disfrutás el aplauso, también cuando el rival te insulta y a veces nos pasamos de la raya en el fútbol argentino. Uno también va a la cancha como hincha y lo vive así. Lo tenemos que aceptar, siempre que el partido no pase a la violencia.

-¿Entonces vas preparado?
-Será un marco hostil para nosotros porque somos Belgrano, el clásico rival, vamos a la cancha de ellos y querrán hacernos sentir eso. Pero el jugador de este club debe estar preparado para afrontar todo. El que viene a Belgrano sabe que no le puede faltar personalidad, menos en este tipo de partidos y menos ante Talleres.

-Dirige Guillermo Rietti... ¿Vas a opinar?
-Lo que digo es que Dios lo ilumine y que tenga el mejor partido de su vida. Que dirija de la mejor manera, porque a veces cuando fallás en este tipo de partidos, y no sólo los árbitros, te queda marcado y te puede condicionar la carrera. Ojalá que lo ilumine Dios y que tenga un buen partido para tranquilidad de todos.

-En LA MAÑANA, Rietti admite que se equivocó en Aldosivi-Belgrano...

-Ya está. Tampoco vamos a achacarle ese penal toda la vida. Se equivocó, lo asumió, lo aceptó y eso es bueno en una persona.

-¿Sos muy fiel? Es muy evidente que rezás antes de cada partido.

-Siempre rezo. Soy muy creyente, un tipo al que le tocó pasar por muchas cosas dentro del fútbol y de la vida, pero siempre tuve el soporte de Dios al que le pedí que me ayudara y me hiciera fuerte porque todos tenemos problemas. Si no creemos en Dios nos podemos hundir, pero El me ha dado esa fuerza para afrontar las cosas. Siempre le pido que me ayude y le agradezco a la vez de poder estar todos los fines de semana en una cancha porque es lo que yo anhelé toda la vida.

-¿Creés que Talleres salva el año ganando?
-No, ellos después deben seguir jugando su campeonato y nosotros el nuestro.

-¿Belgrano tiene más equipo?
-Talleres tiene buen equipo pese a estar apremiado por el descenso y lo respetamos. Belgrano tiene un equipo de jugadores que se sacrifican, que quieren crecer, llevar el club a Primera y buscamos el mejor rendimiento para eso.

“La tercera será la vencida”


Federico Lussenhoff acumula dos empates contra Belgrano, y anhela que se le dé el triunfo en el duelo del martes. “El resultado está por encima del buen juego”, agregó.

Federico Jelic
Gentileza. La Mañana de Córdoba

Pese a no ser natural de Córdoba, el defensor Federico Lu-ssenhoff es uno de los máximos referentes de Talleres, por lo que trasmite a sus compañeros su sacrificio dentro de la cancha. Ahora, en vísperas al clásico ante Belgrano, el colorado sueña con festejar por primera vez en un “derby” cordobés: ante Belgrano, suma dos empates (0-0 en la temporada 2007-08 y 1-1 en la primera rueda). “Espero que la tercera sea la vencida. Ojalá que ganemos, porque nuestra circunstancia nos obliga, más allá del rival. Pero sabemos que ganarle al rival de toda la vida siempre otorga un plus en lo anímico, y es hora de que me toque”, expresó el ex River y Colón, que tampoco pudo festejar contra Instituto, en dos choques con derrotas.

- Jugaste clásicos en Rosario, River-Boca y México, ¿qué tiene de especial el cordobés?
- River-Boca y Cruz Azul-América son duelos apasionantes, pero al haber varios equipos en la ciudad, y por ser de todo el país, a veces no son tan genuinos. Me gustan más los Talleres-Belgrano y Rosario Central-Newell’s porque las ciudad prácticamente se divide en dos. Y se convive con la gente, se ríe y llora por la suerte del equipo, y se está más cerca del jugador. Es diferente.

- El hincha hubiera preferido empatarle a All Boys, pero quiere ganarle como sea a Belgrano...

- Nosotros queremos ganar todos los partidos: clásicos, amistosos... Acá existe una rivalidad, y vamos a jugar con todo el compromiso. La prioridad es sumar de a tres, no tenemos mucho margen.

- ¿Se prioriza ganar, sobre cualquier rendimiento?
- De acuerdo al momento, sin lugar a dudas. De local no debemos resignar más puntos. Lógicamente, con un buen funcionamiento hay más garantías de lograr los resultados, pero hoy por hoy sólo queremos ganar.

- Una tarjeta amarilla más te hubiera dejado afuera de los dos clásicos (NdR: acumula 9 amonestaciones).

- Esta clase de encuentros nadie se la quiere perder, pero no pienso en eso. Por nuestro momento, no puedo darme el lujo de escatimar esfuerzos. Siempre hay roce, pierna fuerte, y esa amarilla algún día va llegar. Disfruto del presente, voy a jugar contra Belgrano, y cuando salga, habrá compañeros que me sabrán reemplazar de la mejor manera.

- Los “derbys” anteriores fueron más hablados en la previa...

- No soy partícipe de eso. Hoy se utiliza mucho lo mediático, y el futbolista no tiene que entrar en eso, sólo hay que dedicarse a jugar. Eso no sirve, parece que los ídolos ahora se hacen hablando y no jugando. En la cancha se ven los hombres.

- ¿Hay alguna promesa en juego?
- Siempre, no la podemos dar a conocer. No es por partido, sino por objetivo. Al final de temporada se van a enterar, si Dios nos ayuda.

Del graduado al principiante

Tras la clase de los expertos a los pibes, llegó la hora de los pronósticos. Albornos apostó a un 2-1 con tantos de Salmerón y Cobelli. Spallina por un 2-0 con goles de Chavarría y Cuevas.

"La Chanchita" Albornos y "el Tano" Spallina les dieron una clase sobre clásicos a Céliz y Chavarría.

Pablo Ocampo y Marcos Russo
Gentileza. La Voz del Interior

Dos que tienen historia de clásicos, que hicieron goles recordados por propios y extraños y que tienen pegado en la piel el color de la camiseta que les tocó defender.

Fue el encuentro de dos generaciones de futbolistas, aquellos que pasaron “las mil y una” y los novatos, los que hacen sus “primeros pasos” en esto de jugar clásicos.

Daniel “la Chanchita” Albornos y Emanuel Céliz vinieron por Talleres, mientras que Gustavo “el Tano” Spallina y Pablo Chavarría lo hicieron por Belgrano.

Cargadas mediante, risas y un clima de amistad se vivió en el encuentro en la sede de La Voz del Interior.

“Che, espero que el martes pifiés todas las que tengas”, le dijo Albornos a Chavarría como para arrancar las primeras sonrisas. Pero el ex volante no se quedó con eso, después lo miró al juvenil defensor albiazul Céliz y agregó: “Lo dejás que se te vaya por la línea (a Chavarría) y lo tirás contra el alambre”.

En pleno relato de anécdotas, “el Tano” Spallina dijo: “Nosotros lo vivíamos de forma muy especial. No alcanzábamos a terminar el partido anterior y ya pensábamos en el clásico. En todo el entorno y en los compromisos creados con la gente. Uno sentía la obligación de ganar”.

Allí, el atacante Pirata del momento, Pablo Chavarría agregó: “Normalmente después de un partido te relajás y descansás. Pero después de jugar con Aldosivi viví una semana rara y especial, porque quedaba más de una semana y ya pensaba en el partido que se viene y la importancia que tiene. Uno siempre quiere hacer un gol y hacer una jugada buena y eso también se sueña antes de los partidos”.

A su turno, Céliz dijo: “Esta semana estuve pensando en el partido. Tenemos un compromiso muy grande, no sólo yo, sino el grupo, porque sabemos que la gente de Talleres y todo el mundo va a querer que ganemos”.

Se palpa en el ambiente. Los juveniles miran con respeto a los mayores, quienes cuentan sus vivencias y les tratan de explicar con palabras lo que es sentir que media ciudad los alienta y les pide que dejen todo por ganar éste partido. Porque es “el” partido del torneo.

A dejar todo. “Yo nunca me permitía no poner ‘huevos’... Pensaba: ‘Nos entrenamos tantas horas todos los días, entonces hay que matarse en cada pelota’. La gente puede permitir los errores, pero no aceptará jamás que no te sacrifiques dentro de la cancha. Por más que la gente de Belgrano no esté presente, al jugador le tiene que salir el fervor de adentro”, aseguró Spallina.

Y Chavarría, coincidió: “La verdad es que me imagino que en cada televisor habrá un hincha de Belgrano y quiero ganar el partido por ellos. Después de Aldosivi tuvimos un par de días de descanso, pero no pude desenchufarme, quería que llegara el día de volver a entrenar, porque se empieza a vivir el clásico más de cerca”.

Escuchando cada palabra con mucha atención, Céliz sostiene: “Me quedan grabadas algunas palabras de ‘la Chancha’ y ‘el Tano’, por eso si hay algo que no voy a dejar de hacer, es jugar defendiendo con amor la camiseta. Desde chico hice las inferiores y no me había tocado debutar con la camiseta de Talleres y me había quedado clavada la espina. Ahora que tengo la suerte de vestirla y de jugar mi primer clásico, me siento muy agradecido. Sobre todo voy a disfrutarlo porque va a ser un espectáculo muy lindo”.

Se tienen vistos. Los tiempos han cambiado y las comunicaciones permiten estudiar con mayor facilidad a los rivales, por ello los protagonistas del clásico del martes se analizan el uno al otro.

Céliz dijo de Chavarría: “Siempre estudio al rival y pienso qué es lo que me pueden hacer, con qué puede salir, él o cualquier jugador y me imagino como tratar de resolver esos detalles. Hay que estar tranquilos y hacerlo lo mejor posible. ¿Si se me va? Lo cruzo... De eso no hay dudas”.

Por su parte, el delantero dijo del defensor: “Lo vi jugar varios partidos, me gusta mucho el fútbol y miro mucho por TV. Me siento a observar a los defensores rivales y también aprendo cosas de los delanteros de los otros equipos. La verdad que los puntas de Talleres son muy buenos. En lo personal trataré de hacer lo mejor y espero que me salga todo. Y que se repita el gol del año pasado”.

Finalmente, los experimentados dieron sus pronósticos: para Albornos gana la “T” 2 a 1 (Salmerón, Cobelli y Chavarría los goleadores), para Spallina, el vencedor será el Pirata 2 a 0 (Chavarría y Cuevas). Mientras que los juveniles no arriesgaron resultado numérico, pero coincidieron en que a ninguno le sirve el empate y que los dos saldrán a jugarlo de frente. Uno por seguir arriba, el otro para zafar, los dos por la gloria de ganar el clásico.

Nada se ha definido

El técnico de Belgrano, Omar Labruna realizó ayer un ensayo futbolístico en el predio de Villa Esquiú y no despejó dudas sobre el equipo que enfrentará a Talleres el martes a las 15 por la 30ª fecha del torneo de la B Nacional.

En el inicio del trabajo, el DT apeló a Fernando González como reemplazante de Guillermo Farré en la función de carrilero por izquierda, en lo que fue la única variante respecto de la formación que venció a Aldosivi, en el Gigante de Alberdi.

Después, Labruna cambió uno de los delanteros: Héctor Cuevas reemplazó a Andrés Soriano, pero la variante no asoma como factible para el clásico.

Hoy el Pirata hará un ensayo vedado para la prensa y el público en general y allí se definiría el equipo inicial.

Belgrano iría con Juan Olave; Marcelo Berza; Gastón Turus y Diego Novaretti; Martín Pautasso, César Mansanelli, Luciano Lollo y Fernando González; Franco Vázquez, Pablo Chavarría y Andrés Soriano.

Celestes

Inferiores. La “B” se mide hoy por la mañana con Banfield en Villa Esquiú en 4ª, 5ª y 6ª. En Buenos Aires, jugarán la 7ª, 8ª y 9ª.

Banderazo. A las 17, en el Gigante de Alberdi, se convocan los hinchas para alentar a los futbolistas.

Gentileza. La Voz del Interior