Que no sea sólo con esfuerzo

Enrique Vivanco
La Voz del Interior.
evivanco@lavozdelinterior.com.ar

Hay toda una historia anual que se encarga de ubicar en su justo lugar a cada equipo cuando termina un campeonato.

Al leerse uno a uno cada partido, habrá coincidencia en que Atlético Tucumán y Chacarita Juniors merecieron el festejo anticipado.

Su superioridad sobre el resto se consigna en la distensión que les llegó con el ascenso a dos fechas del final. Como Usain Bolt en los últimos Juegos Olímpicos, miraron a la tribuna y se golpearon el pecho antes de llegar a la meta.

Belgrano e Instituto están más atrás; son los primeros del segundo lote, bien alejado del tercero, el del resto, el que cumplirá el trámite de jugar el sábado para irse después de vacaciones.

Celestes y albirrojos quizá no tuvieron la brillantez del juego de los tucumanos ni la regularidad de los funebreros. Por eso, quedaron a mitad de camino.

Pero la generosidad de la B Nacional les otorga otra chance. Y la pregunta es: ¿cómo deberán responder bajo presión? ¿Qué deberá primar ante el acoso más que nunca incómodo de Atlético de Rafaela y Aldosivi de Mar del Plata? Las fórmulas de la calle son variadas pero en ellas prevalece la famosa actitud para asumir estos partidos con el carácter que otorga una gran dosis de garra y el inquebrantable compromiso de no dar por perdida una pelota ni aún después del final.

No sería desafortunado, entonces, agregar que una gotita de inspiración, un pasito de magia, un cachito de buen juego o un poquitito de habilidad podrán eludir con más rapidez los eternos obstáculos que siempre aparecen cuando el músculo supera al pensamiento.